sábado, 7 de agosto de 2010

INFORMACIÓN GENERAL DE CHILE


El mercado chileno presenta una serie de características que le confieren un aspecto peculiar dentro de su entorno geopolítico. Chile, dadas sus características geográficas y económicas, históricamente ha sido un país aislado, lo que en décadas pasadas le llevó a desarrollar una organización económica y productiva con estructuras proteccionistas que facilitaron el desarrollo de industrias cuya escala de producción era poco competitiva.

A partir de mediados de los años 70, Chile experimenta un cambio estructural radical; desde entonces prevalece un sistema de economía social de mercado que favorece aquellos sectores económicos con claras ventajas competitivas. Como consecuencia de ello abre su economía al mercado mundial, empezando por un creciente desarrollo de las comunicaciones y la
posterior tendencia progresiva a la globalización de los mercados, con bastante antelación al resto de los países de la región; todo ello le permite obtener tasas de crecimiento de forma sostenida y alcanzar unos niveles de renta similares a los de los países emergentes.

Otro aspecto importante, es el elevado grado de formalidad en las actividades económicas y comerciales, lo que se refleja a la hora de hacer negocios con los empresarios chilenos, acostumbrados a transacciones serias. Cabe señalar que aspectos tales como la ubicación geográfica, antes mencionada, también condiciona el transporte de las mercancías, ya que el 98% de las importaciones chilenas acceden por vía marítima a través de sus puertos.

La población chilena a lo largo de los años, ha hecho notar su necesidad de realizar un cambio regional en el país, para poder así lograr mayor representatividad a nivel nacional. Es por esta razón que se pensó en la
Incorporación de las dos nuevas regiones de Arica -Parinacota y de Los Ríos.

La idea es que ambas cumplan su función aportando en ciertas áreas como el turismo, la minería, la agricultura, la economía y las comunicaciones.
Pero la principal motivación para realizar este cambio fue poder solucionar el grave problema de centralismo que se da en Chile. Desde 1974, y hasta el pasado 15 de marzo de 2007, Chile estaba dividido en 13 regiones; Región de Tarapacá, Región de Antofagasta, Región de Atacama, Región de Coquimbo, Región de Valparaíso, Región

Metropolitana, Región del Libertador General Bernardo O’higgins, Región del Maule, Región del Bio –  Bio, Región de la Araucanía, Región de los Lagos, Región de Aysén y Región de Magallanes.

HISTORIA DE LA MINERIA CHILENA (COBRE)

La minería en Chile está lejos de ser una actividad reciente. Aunque se podría pensar que los inicios de nuestra principal actividad nacional se remontan al siglo XVI, con la llegada de los españoles deseosos de encontrar riquezas, nuestra historia minera, en específico la cuprífera, posee orígenes previos a dicha época.
Según han con <!--[if !vml]--><!--[endif]-->statado algunas investigaciones científicas, desde el 500 antes de Cristo, en pleno desierto de Atacama, ya se registraba la utilización del cobre por parte de Atacameños y Diaguitas, quienes lo conocían bajo el nombre de "payen". Cabe destacar que se han descubierto utensilios como cinceles de cobre, y otros objetos del mineral de la época anterior a la llegada de los españoles, lo que probaría el pasado prehispánico de nuestra principal actividad económica.
Más allá de la vinculación que tendría la explotación cuprífera con algunos grupos indígenas, el aspecto que potenció el desarrollo de la minería nacional en sus comienzos se produjo en el Siglo XVI con la colonización española.
Los asentamientos que se fueron formando centraron su quehacer en la búsqueda de riquezas minerales, por lo que la explotación de lavaderos de oro se convirtió en la actividad más importante en esa época.
Otro aspecto que revela la importancia de la minería para los conquistadores españoles es el hecho de que sus principales ciudades, como La Serena, Concepción, Valdivia, Imperial y Villarrica, hayan sido fundadas cerca de terrenos auríferos. Sin embargo, hacia fines del siglo XVI la actividad aurífera entró en decadencia, debido al agotamiento de los lavaderos y la disminución de la mano de obra indígena.
Durante el siglo XVII, las reformas comerciales introducidas por la Corona española llevaron a que la minería tuviera un gran impulso mientras que otras actividades, como la agricultura, pasaran a segundo plano.
Nuevamente el oro vuelve a ser un artífice importante, duplicando su producción, mientras que la plata obtiene crecimientos importantes que bordean el 400%.
Por su parte, el cobre comienza a adquirir gran importancia debido a que los españoles lo utilizan principalmente para fabricar armas y utensilios agrícolas. Además, comienza a ser explotado a países limítrofes y a España, también mayoritariamente para fabricar piezas de artillería, para la defensa contra piratas en el Océano Pacífico.
Dos siglos más tarde y en plena época de la Independencia, la minería fue una de las pocas actividades económicas que se mantuvo más o menos al margen de los hechos bélicos,


resultando luego impulsada por los diversos vínculos que Chile, ya independiente, formó con las naciones vecinas.   

Muchos extranjeros se radicaron en los centros mineros del norte, con lo que se facilitaron las vinculaciones con las empresas foráneas y se abrió la puerta para introducir mejoras

Tecnológicas y, posteriormente, para la afluencia de nuevos capitales. En la minería, lo más relevante fue el aumento de la producción de plata, el auge del cobre (llegando Chile a ser el tercer productor a nivel mundial) y el surgimiento de la producción de carbón.
Los factores del auge del cobre, por esos años son: la creciente demanda mundial, la introducción de una moderna tecnología y en el surgimiento de la industria fundidora del mineral a mediados de siglo XIX. La economía inglesa, que hasta antes de 1825 se autoabastecía de cobre, comenzó a aumentar sus requerimientos a causa de la Revolución Industrial. En 1826, Chile exportaba a Inglaterra 60 toneladas de cobre; en 1831, más de 2.000 y, en 1835, 12.700.
Entre los años 1820 y 1900, la producción del mineral rojo fue aproximadamente de 2 millones de toneladas, siendo con esto Chile el mayor productor y exportador de cobre a nivel mundial.
Pese al buen momento que vive en este período el cobre, hay otro mineral que también vive una próspera época y ése es el salitre. Durante las décadas de 1830 y 1840, este mineral no metálico logra gran importancia en Europa, en especial en Alemania e Inglaterra, debido a la producción de explosivos. Su aplicación como fertilizante se intensificó, además, por el crecimiento de la población europea y de sus requerimientos alimenticios.
Pero sólo en 1879 el salitre adquiere su real importancia, desde la Guerra del Pacífico, cuando Chile empieza a explotar las salitreras de Tarapacá y Antofagasta, como lo demuestran las cifras de la Época: entre 1879 y 1900, la producción crece sostenidamente, desde unas 600.000 a 1.460.000 toneladas anuales, fruto del trabajo de 80 oficinas salitreras que ocupaban 25.000 personas en sus faenas.
En esa misma época, en 1902, W. Braden adquirió el mineral de El Teniente, que llegó a transformarse en una gran empresa en 1912. Cuatro años más tarde, el grupo Guggenheim se hizo cargo de Chuquicamata. En 1900 las inversiones norteamericanas alcanzaban en valores nominales- a cinco millones de dólares y en 1920 llegaban a 200 millones, de los cuales 150 correspondían al cobre.
En lo referente a la Pequeña y la Mediana Minería, este sector se fue beneficiado con la creación en el año 1927 de la Caja de Crédito Minero, cuyo objetivo principal fue el de fomentar la Pequeña y Mediana Minería del oro y del cobre, por medio de la instalación de agencias compradoras de mineral y la construcción de plantas de beneficio, tanto de flotación como de lixiviación. Posteriormente, esta organización pasó a conocerse como la Empresa Nacional de Minería, la cual además de ser compradora de minerales, cuenta con plantas de concentración, dos fundiciones y una refinería electrolítica.
La crisis bursátil de 1929 provoca la caída de la demanda y del precio del cobre, llevando la producción a sólo 103.000 toneladas el año 1932. Esta situación se superó con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual la producción chilena sube hasta 498.000 toneladas en el año 1944.
Cabe indicar que la contribución del cobre chileno fue del 18% del total consumido en el conflicto bélico. Por esos años, Chile ya era el segundo productor de cobre del mundo. En los años siguientes, el Estado chileno pone en práctica nuevas políticas en cuanto a la



actividad extractiva, especialmente en la gran minería del cobre, para favorecer el interés nacional. Así es como, en 1955, se formula la llamada Política del Nuevo Trato, que busca aumentar las inversiones de las empresas de la Gran Minería, a partir de menores impuestos y del aumento de la producción, la cual sube de 355.400 toneladas al año, en 1954, a 488.400, en 1956.

Mas tarde, en el año 1964, bajo el gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, se perfecciona dicha política con la llamada "chilenización del cobre", en que Chile se asocia mayoritariamente al capital norteamericano, toma en sus manos la comercialización del cobre y se realizan importantes inversiones para expandir la producción.
Posteriormente, en 1971, bajo el gobierno del Presidente Salvador Allende y mediante una reforma constitucional aprobada unánimemente en el Parlamento, se completa el proceso de nacionalización total de las empresas de la gran minería. La nueva normativa facultó al Gobierno para que dispusiera sobre la organización, explotación y administración de las empresas nacionalizadas.
Como resultado de estas atribuciones fueron dictados los decretos ley 1.349 y 1.350 publicados en 1 de abril de 1976, que formalizaron la creación de una empresa minera, la Corporación Nacional del Cobre de Chile, Codelco. 
Otro hito que repercutió en la minería fue la promulgación en 1974 del Estatuto de Inversión Extranjera, conocido como DL 600. Esta normativa establece los términos y condiciones que serán acordados en los contratos de inversión extranjera, los cuales garantizarán un tratamiento igualitario para los inversionistas extranjeros y locales. Este marco regulatorio se aplica a toda entidad extranjera, natural y legal, así como también a chilenos con residencia y dirección en el extranjero.
Asimismo, en 1983 se promulgó el actual Código de Minería, el que permitió un nuevo marco regulatorio para permitir la llegada de capitales extranjeros para invertir en la minería nacional. Es en este nuevo escenario, en 1988 para ser más específicos, se comenzaron a construir las obras de la mina Escondida, el primer megaproyecto de inversión extranjera en el sector con capitales principalmente australianos, ingleses y japoneses. La inversión inicial ascendió a US$836 millones.
Con el retorno a la democracia, se inicia un período en el que la estabilidad política y social en el país favoreció la llegada de inversión extranjera y la concreción de otros proyectos mineros de gran envergadura, por una inversión total cercana a los US$ 20.000 millones. El “boom minero” experimentado por Chile consolidó el liderazgo mundial de nuestro país en el sector, dando un fuerte impulso a las actividades productivas y de servicios en las regiones donde se instalaron los proyectos.
Las nuevas inversiones realizadas lograron triplicar la producción chilena de cobre durante la década de los noventa. La llegada al país de grandes compañías mineras internacionales transformó a Santiago y a la Región de Antofagasta en centros mundiales de la minería.
La industria introdujo nuevas prácticas de gestión, tecnología de última generación e incrementó su preocupación y cuidado por el medio ambiente. El auge fue acompañado por la modernización de Codelco, que redujo significativamente sus costos de operación, realizó grandes inversiones en protección ambiental y ajustó su dotación. Además, puso en marcha el proyecto minero Radomiro Tomic, el primero de envergadura desde la nacionalización del cobre.


Cabe indicar que la Gran Minería presenta destacados resultados en términos de productividad, debido a la introducción de modernas prácticas de gestión, fuerte inversión en capacitación y desarrollo de competencias, tecnología de punta, nuevo perfil del trabajador minero y las relaciones de cooperación que hay entre la industria y sus trabajadores, condiciones que permitieron además enfrentar el período de precios bajos (en torno a los 75 centavos de dólar por libra) que experimentó el metal rojo a fines de la década de los noventa. Un ejemplo de la fuerza que alcanzó la minería cuprífera entre 1993

y el 2005 se refleja en el hecho de que en ese período se produjo la misma cantidad de mineral que en los 92 años anteriores.      
Los incrementos de productividad, así como los menores costos de producción facilitan la competitividad de la minería chilena en los mercados internacionales, permitiendo que durante el 2002, Chile ocupara el primer lugar en el ranking del Instituto Fraser como el país más atractivo del mundo para la inversión minera, tanto por sus condiciones geológicas como por su potencial y estabilidad política.

El cobre y sus procesos de producción.


Los procesos de producción del cobre  empiezan desde el macizo rocoso a la roca mineralizada. El objetivo de este proceso es extraer la porción mineralizada con cobre y otros elementos desde el macizo rocoso de la mina (que puede ser a tajo abierto, subterránea o la combinación de ambas) y enviarla a la planta, en forma eficiente y segura, para ser sometida al proceso de obtención del cobre y otros elementos.

Para ello, debe lograrse la fragmentación de la roca, de manera que pueda ser removida de su posición original o in situ, cargar y transportar para ser procesada o depositada fuera de la mina como material suelto a una granulometría manejable.

Aquí es la forma que tiene los túneles subterráneos, lo mas espaciosos posibles para desarrollar de manera eficaz, los procesos de transporte y producción.

Luego viene el proceso de extracción, en donde comprende diversas etapas y también distintos equipos de trabajo para las diferentes áreas que a continuación se señala:

1. Geología: En esta primera fase, se hace un estudio a cerca del sector donde va a ser explotado, que cantidad de mineral posee y entrega la información de las características físicas, químicas y mineralógicas del material a extraer.

2. Planificación: En esta etapa elabora el plan minero, considerando todas las variables (geología, operación mantención, costos, plazos, etc.) que intervienen en él.

3. Operaciones: Aquí es el punto del proceso principal, en esta parte hay cuatro subcategorías; desde la perforación hasta el transporte del material; a continuación se señalará estas etapas:
  • Perforación: En esta parte se aplica la parte de la maquinaria perforadora, mediante diferentes clases y diferentes diámetros; tales como de martillo o verticales, haciendo que los orificios de los túneles sean acordes con la posterior explosión de estos y luego la extracción de los minerales. Se agrega agua durante la perforación en zonas secas a fin de evitar la polución ambiental. La perforación secundaria se realiza con perforadora neumática montada sobre orugas.
  • Tronadura: Luego viene el proceso de los explosivos; A diferencia de la explotación a tajo abierto, una mina subterránea extrae el mineral desde abajo hacia arriba, utilizando lo más posible la fuerza de gravedad para producir la fragmentación y el desplazamiento del mineral hacia los puntos de carguío.La otra

diferencia importante es que en la mina subterránea no se extrae roca estéril, sino que debido a los altos costos que implica la construcción de túneles, la explotación se concentra preferentemente en las zonas de mineral. Existe una variedad de métodos de explotación subterránea, pero el más utilizado en la extracción de grandes yacimientos es el conocido como hundimiento por bloques. Éste consiste en provocar el desprendimiento de una porción del macizo rocoso del resto de la masa que lo rodea. Para ello y mediante el uso de explosivos, se socava la base de una columna de roca mineralizada, de manera que el resto de la columna se fragmente paulatinamente hacia arriba y se desplome hacia los puntos de extracción.

Especialmente ubicados para captar la casi totalidad del material quebrado de la columna.
  • Carguío: El carguío consiste principalmente en transportar los explosivos hacia la zona de tronadura, también proporciona ayuda para sacar los desechos de los explosivos hacia el exterior, mediante palas eléctricas y cargadores frontales, unas de mayor y menor proporción, logrando adecuarse a los espacios de la mina, la extracción de los desechos se hace mediante baldes gigantes que después se destina a la última fase que es el de transporte.
  • Transporte: En esta última fase, principalmente se despacha los camiones a diferentes partes; un grupo de ellos se dedica al transporte de desechos a los diferentes “botaderos”, otro grupo es destinado a llevar los minerales obtenidos hacia las diferentes plantas de refinación y otro grupo ayuda al sistema de carguío.

Ahora se explicará como hacen los niveles de los túneles de la mina; los túneles y piques subterráneos se construyen mediante explosivos que se colocan en perforaciones efectuadas en la roca. Estas perforaciones están distribuidas siguiendo la forma que se le quiere dar a la labor subterránea (túneles, piques o rampas) y la tronadura se realiza en una secuencia, partiendo desde un punto central hacia los bordes. Después de la tronadura, se extrae el material fragmentado y se estabilizan las paredes y techo del túnel. Para esto, se utiliza una fortificación adecuada para  cada tipo de terreno, que depende de sus características y del uso que se le va a dar al túnel, pique o rampa. Entre cada tronadura, el sector debe ser ventilado y despejado.

Otro punto que hay que considerar es que como se sostiene este tipo de mina subterránea; para evitar los derrumbes, las diferentes labores subterráneas deben ser sostenidas en el tiempo para permitir el tránsito, el trabajo del personal y el uso de los equipos subterráneos con seguridad.

En forma natural, las rocas están en un cierto equilibrio con el medio en que se encuentran, pero este equilibrio se rompe al hacer una perforación en su interior. El objetivo de la


Fortificación es ayudar a la roca a recuperar en parte su capacidad de soporte. El tipo de soporte o fortificación empleada depende de varios factores:

a) Según la Función que cumple: Las fortificaciones en los túneles de uso frecuente y prolongado, especialmente aquellas de los lugares por donde deben transitar personas y equipos, deben contar con un factor de seguridad mayor.

b) Según el peso que soportan: La presión que se genera alrededor de una labor subterránea es mayor cuanto más profunda se ubique, ya que debe soportar una altura mayor de roca.

c) Según las Características del terreno: El macizo rocoso presenta diferencias en su constitución (tipo de roca, alteración, estructuras).Por ello, su comportamiento puede ser diferente en cuanto a dureza y resistencia a los esfuerzos. Una roca que se disgrega fácilmente requiere ser fortalecida totalmente; por el contrario, una roca cohesionada de alta dureza puede concentrar esfuerzos tan grandes que podrían provocar la explosión de las paredes del túnel, por lo que requiere una fortificación extrema.

 Ya hablamos del proceso de extracción de este mineral; a continuación, viene el proceso de fundición del cobre, donde pasa de mineral a cobre puro.

Fundición del Cobre

El proceso de fundición del cobre, se explica mediante cuatro fases:

1) Recepción y Muestreo: en esta primera fase el objetivo que tiene es que como normalmente se trabaja con concentrados de diferentes procedencias, es necesario hacer un muestreo de ellos y clasificarlos de acuerdo con la concentración de cobre, hierro, azufre, sílice y porcentaje de humedad que tengan. Y el proceso consiste en que el concentrado proveniente de la planta se almacena en canchas, desde donde se obtienen muestras que son sometidas a análisis de laboratorio para determinar los contenidos de cobre, hierro, azufre, sílice y la humedad, información que es fundamental para iniciar el proceso de fusión. El contenido máximo de humedad es de 8%, ya que con valores superiores, el concentrado se comporta como barro difícil de manipular y exige más energía para la fusión.

De acuerdo con los resultados de los contenidos de cobre, el material se clasifica y almacena en silos, desde donde se despacha a los hornos de fundición de acuerdo a las mezclas que se determinen.

 2) Proceso de Fusión: En esta segunda parte el objetivo que tiene es lograr el cambio de estado que permite que el concentrado pase de estado sólido a estado líquido para que el



Cobre se separe de los otros elementos que componen el concentrado. Y como ocurre esto, en la fusión el concentrado de cobre es sometido a altas temperaturas (1.200 ºC) para lograr el cambio de estado de sólido a líquido. Al pasar al estado líquido, los elementos que componen los minerales presentes en el concentrado se separan según su peso, quedando los más livianos en la parte superior del fundido, mientras que el cobre, que es más pesado se concentra en la parte baja. De esta forma es posible separar ambas partes vaciándolas por vías distintas.
Tradicionalmente la fusión puede realizarse de dos maneras, utilizando dos tipos de hornos: el horno de reverbero para la fusión tradicional y el convertidor modificado Teniente (CMT) que realiza en una sola operación la fusión y la conversión. En las divisiones de Codelco no se utiliza el horno de reverbero, sino que solo se realiza el proceso de fusión-conversión, utilizando el convertidor modificado Teniente.

 3) Conversión: En esta etapa el objetivo principalmente es que Mediante el proceso de conversión se tratan los productos obtenidos en la fusión, para obtener cobre de alta pureza. Para esto se utilizan hornos convertidores convencionales llamados Peirce-Smith, en honor a sus creadores. El convertidor Peirce-Smith consiste en un reactor cilíndrico de 4,5 m de diámetro por 11 m de largo, aproximadamente, donde se procesan separadamente el eje proveniente del horno de reverbero y el metal blanco proveniente del convertidor Teniente.
Este es un proceso cerrado, es decir, una misma carga es tratada y llevada hasta el final, sin recarga de material. Finamente se obtiene cobre blister (cobre producido a partir de la fusión de la mata o eje en los hornos convertidores con una pureza de 99,5%. Este cobre es llevado a los hornos de refino y de moldeo desde donde se obtiene el cobre anódico que va a la electro refinación. Su nombre proviene del aspecto que tienen los productos moldeados en su superficie (blister = ampolla).

4) Pirorrefinación: En esta última fase, el objetivo es que mediante la pirorrefinación o refinación a fuego se incrementa la pureza del cobre blister obtenido de la conversión. Consiste en eliminar el porcentaje de oxígeno presente el este tipo de cobre, llegando a concentraciones de 99,7 % de cobre. Y la realización de esto se basa principalmente en que este es un proceso especial que se aplica en algunas fundiciones, como en la fundición de Caletones, donde el cobre blister es sometido a un proceso final de refinación en un horno basculante, mediante la introducción de troncos de eucaliptus. En este caso, la ignición (acción o efecto de estar un cuerpo encendido por efecto del calor) de la madera permite captar el oxígeno que contiene el cobre blister como impureza y lo transforma en anhídrido carbónico (CO2), que es liberado a la atmósfera. De esta manera, la pureza del cobre se incrementa a 99,7% y el producto se denomina cobre RAF (refinado a fuego).



Y el producto final es que el cobre RAF es moldeado en placas gruesas, de forma de ánodos, de un peso aproximado de 225 kg, el cual es enviado al proceso de electro refinación ( para lograr una pureza máxima del cobre) o vendido directamente en diversas formas. Al terminar estas fases, el producto obtenido es formado a través de diversas formas según su posterior utilización; como por ejemplo en barras de cobre, en

cables de cobre, en planchas y en diversos objetos para su producción y venta; a cargo de esto hay empresas especializadas en el rubro con la supervisión de Codelco.

Los Usos y características que se le puede dar al cobre son muy amplios y diversos pero uno de los principales es el que se le da actualmente en el sector eléctrico donde se utiliza mas del 50 %  de cobre. Es muy usado en la fabricación de cables, enchufes y terminales, así como en los componentes de casi todos los artículos alimentados por electricidad. El resto se destina a la construcción, a la arquitectura y al arte.

Permanentemente, se trabaja en la identificación de nuevas aplicaciones del cobre en diferentes sectores. Un ejemplo está en las tecnologías de información donde los chips de cobre han demostrado favorecer una más rápida transmisión de datos en la Web. También hay inventores que han creado pequeños resortes de cobre que se introducen en la nariz durante 20 minutos, tres o cuatro veces al día, para evitar el resfrío común.

Finalmente para entender estas etapas del proceso que ocurre en el cobre, se hará un esquema explicativo de las diferentes etapas de este.

Corporación nacional del cobre (CODELCO), divisiones y yacimientos



Codelco tiene cinco divisiones (instalaciones y yacimientos de la gran minería del cobre), además de su Casa Matriz en la ciudad de Santiago y de su empresa filial Minera Gaby S.A.:






Producción

Después de la absorción de las minas grandes, unas empresas extranjeras han reaparecido en la industria del cobre. CODELCO es la empresa del cobre más grande del mundo, pero hoy en día la colección de empresas que constituye el sector privado es más grande que CODELCO. Está divido en cinco divisiones y cada división dirige entre una a tres minas. Las divisiones son Codelco Norte, Salvador, Ventanas, Andina y El Teniente.  Codelco Norte es la más grande porque resultó de la fusión de dos divisiones antiguas y también incluye la susodicha mina enorme Chuquicamata. CODELCO no sólo produce el cobre: el molibdeno es una exportación grande también. Además, Ventanas no produce tanto molibdeno como los otros, pero refinan 171.445 kilos de plata y 5.989 kilos de oro. Además, tiene una planta de ácido que produce 337.523 toneladas de ácido sulfúrico por año también.


La producción de cobre de CODELCO es la que se detalla a continuación (expresado en miles de toneladas de cobre fino) entre los años 2005-2009: